lunes, 30 de septiembre de 2013

Celos, peleas y una pianista de boogie woogie




Fue en la estación del apeadero de Lula en un momento indeterminado entre 1929 y 1930. Son House acababa de salir de la prisión de Parchman. Nunca estuvieron claros los motivos que le llevaron allí, pero por fin volvía a ser libre. Por aquel entonces Lula apenas tenía quinientos habitantes, era una aldea de paso, cerca de la frontera con Arkansas. Charley Patton, que ya había realizado dos prolíficas sesiones para Paramount (registrando, entre otras, su famoso 'Pony Blues'), se dejó caer por la cafetería de la estación. Allí vio una suerte de griot africano recitando versos envenenados y escupiendo insanas profecías por su boca. Por su puesto, se trataba de Son House, que de alguna manera había conseguido un trabajo en el café de la estación. Le gustó el sonido de House, esa forma agresiva de tocar la guitarra. Bueno... tocar... más bien golpear, castigar, pegar, arrollar. House parecía absorto en una especie de misión mesiánica y pulsaba las cuerdas como el sacerdote que está en pleno éxtasis de fervor. Sin duda a Patton le sorprendió.

A mediados de 1930, Arthur Liably, el cazatalentos de Paramount, regresó a la plantación Dockery para proponer a Charley Patton una nueva grabación. Pero esta vez le pidió que fuera acompañado de algún otro talento local que conociera. Patton no se lo pensó mucho. Se lo propuso a su inseparable compañero de aventuras, Willie Brown, y al hombre de la estación de Lula, Son House. También a una desconocida jovencita que tocaba el piano al estilo boogie woogie en los antros de la zona. Respondía al nombre de Louise Johnson. En el Delta no era muy habitual encontrar pianistas y menos femeninas y desde luego no fueron muchos los que dejaron huella de su música en grabaciones. Johnson sería una excepción.


domingo, 15 de septiembre de 2013

La llegada del jazz a Inglaterra



Quisiera compartir con los lectores del blog una investigación exhaustiva sobre la llegada del jazz a Europa, en concreto al Reino Unido, que he realizado estos últimos meses para la revista Cuadernos de Jazz. Bajo el asesoramiento de Jorge García y la tutela de María Antonia, directora de CdJ, he querido ofrecer una visión panorámica sobre el contexto histórico y musical del Reino Unido previo a la llegada del jazz. Asimismo he intentado relatar, aportando datos y anécdotas, la primera gira de una banda americana de jazz en Europa, la Original Dixieland Jazz Band. Este texto es muy especial para mí porque supone mi vuelta a Cuadernos de Jazz tras la muerte de su fundador Raúl Mao. Mi recuerdo a él y mi agradecimiento a Jorge y María Antonia por la paciencia y la dedicación al artículo.
[[Texto publicado en Cuadernos de Jazz el 10 de septiembre de 2013.]]

La primera gira de una banda de jazz en Europa: la Original Dixieland Jazz Band en el Londres de 1919.
 
Que el jazz naciera y se gestara en Nueva Orleans es algo en lo que historiadores, investigadores y musicólogos, después de mucho tiempo de estudios y análisis, más o menos han podido concluir, aunque siempre habrá voces discordantes, como el autor afroamericano Leroi Jones quien afirma en su ensayo Blues People: música negra en la América blanca que “Nueva Orleans no puede considerarse como la cuna del jazz”. Sin embargo, la entrada del jazz en Europa, y concretamente en Inglaterra, genera muchas más dudas y controversias en las que conviene adentrarse con profundidad y no sin la debida cautela. 

¿Cómo fue recibido el primer jazz por el público inglés? ¿Qué tipo de jazz escuchó? ¿Cómo era la escena musical británica en esos años? ¿Entendió la crítica de la época la nueva música llegada de América? Hay cierta unanimidad en situar el año 1919 como el del inicio del jazz en Europa  y por tanto en el Reino Unido. Más adelante veremos los motivos. En general, ese primer jazz era percibido entre los ingleses como una forma más de entretenimiento, muy asociada al baile y con fuertes vínculos con los espectáculos de variedades. Pocos fueron los que entendieron su dimensión artística más allá de la mera diversión.