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lunes, 26 de marzo de 2012

La ensoñación trágica de Bix


Ojalá todo hubiera sido un sueño. Una mágica ensoñación como una bruma fina y dispersa que lo envolvió repentinamente para llevárselo antes de lo previsto. Entre lo trágico y lo divino, entre lo mísero y lo romántico, entre lo culto y lo popular, entre la tradición clásica europea y la raíz afroamericana. De alma frágil, corazón débil y semblante pálido, casi moribundo. Bix encierra todas las tragedias del jazz al mismo tiempo.

El chico introspectivo, tímido e inseguro que encontró refugio en la música, pero que se dejó seducir peligrosamente por el alcohol. Tocó el cielo con la misma velocidad que bajó a los infiernos. Para él, el jazz representaba una finalidad última, no un mero entretenimiento. Quizá fue el único que pudo hacer frente en vida al gran genio, a Louis Armstrong. Dotado de una capacidad musical asombrosa, ha pasado a la historia como el primer gran músico blanco del jazz.

Alejado de los grandes centros del jazz como Nueva Orleans, Chicago o Nueva York, Leon Bismarck Beiderbecke nació un 10 de marzo de 1903 en Davenport, en el estado de Iowa, en el seno de una familia presbiteriana practicante de origen alemán. A la prematura edad de tres años empezó a mostrar un talento inusual para la música por lo que sus padres le apuntaron a clases de piano con la intención de que, en un futuro, se convirtiera en un refinado concertista. A los siete años el periódico local Davenport Chronicle hablaba de un niño capaz de tocar al piano cualquier pieza que escuchaba. Pero esa precocidad inaudita tuvo una contraprestación. Bix nunca mostró la disciplina necesaria para aprender a leer música, algo que le pasó factura el resto de su vida y que marcó su carrera musical posterior.


Todo se desarrollaba dentro de lo habitual hasta que, alrededor de 1918, Charles, su hermano mayor, regresó del frente de la 1ª Guerra Mundial con un fonógrafo y algunos discos bajo del brazo. Uno de ellos era el de la Original Dixieland Jazz Band. Cuando el adolescente Bix escuchó Tiger Rag decidió que no quería seguir más con el piano. Pidió prestada una corneta a un vecino y empezó a imitar los novedosos sonidos de Nick LaRocca, llegando a memorizar pasajes enteros. Pero la transformación definitiva vino cuando paseando por los muelles de Davenport, escuchó a los músicos negros de jazz tocar en los barcos que remontaban el río Mississippi desde Nueva Orleans.

Hay una evocadora leyenda (tal vez en alguna ocasión profundice en ella) que dice que en uno de esos barcos amarrados en el muelle de Davenport conoció por primera vez a otro de sus ídolos, Louis Armstrong, quien trabajó durante una temporada como músico amenizador de estos botes de recreo. No hay motivo aparente para imaginar que dos músicos desconocidos se prestaran atención entre sí. Pero algunos autores defienden esta seductora teoría.

Conociera a Louis en ese momento o no, lo que sí estaba claro es que cada vez crecía más el interés de Bix por la música jazz a la misma velocidad que empezaba su afición por la bebida. Sus padres, conscientes de esas pecaminosas perversiones decidieron cortar por lo sano. En 1921 le enviaron interno a una academia militar de Lake Forest, en Illinois, para que aprendiera una formación sólida y disciplinada. Lo que jamás imaginaron los Beiderbecke es que esa decisión produciría un efecto contrario a lo previsto. Lake Forest estaba a tan sólo un viaje en tren de Chicago, que justo en esa época ofrecía todas las posibilidades de entretenimiento y diversión que un músico pudiera desear.

Desoyendo los toques de queda del internado, el joven Bix se adentraba en la noche de Chicago para buscar "a los auténticos negros del jazz por los que vendería su alma", tal y como describía a su hermano en una carta. Frecuentaba los clubs del Downtown donde se congregaban los músicos negros procedentes de Nueva Orleans. Pronto descubrió a la banda de King Oliver y a su admirado Louis Armstrong. A medida que se dio a conocer su habilidad con la corneta consiguió reunir a su propia banda. Eso sí, fue expulsado del internado.

Bix con The Wolverines en 1924

Bix y Tram

En 1924 Bix Beiderbecke entra a formar parte de The Wolverines, grupo pionero del estilo Chicago con el que logró varias actuaciones en clubes de Illinois, Indiana y Ohio. Asimismo realizó sus primeras grabaciones para el sello Gennett donde se aprecian algunos rasgos característicos de su estilo, como el fraseo sereno y el vibrato relajado, aunque los solos carecen aún de la complejidad melódica de sus creaciones posteriores. Los discos se convirtieron en todo un éxito y Bix empezó a ser muy popular entre los músicos de Chicago. Pero a pesar del éxito, Bix nunca destacó como músico de conjunto por culpa de sus dificultades para seguir una partitura.

Su carrera se lanza y en 1926 emprende una gira con la banda de Jean Goldkette, la orquesta hot  blanca más deslumbrante de la época. Allí entra en contacto con otros músicos blancos destacados como el violinista Joe Venuti, el guitarrista Eddie Lang y el que sería su inseparable amigo, el saxofonista Frank Trumbauer. Este último, conocido como Tram, ejercía a su vez de director musical. Ambos, aunque opuestos en muchos sentidos, - Bix era inseguro y desorganizado; Tram, jovial y metódico- formaron una asociación musical que ejerció una influencia vital en muchos músicos posteriores, tanto blancos como negros. El estilo cálido y ligero de Lester Young, es un claro ejemplo. Young no tenía problema en confesar que Trumbauer era su ídolo.

Esa misma estética que con el paso del tiempo se haría en llamar cool jazz, quedó reflejada en 1927 en 'Singin' the blues', el mayor éxito del tándem y su cima artística. El propio Lester Young solía llevar una perenne copia de este disco en el estuche de su saxo. El solo inicial de Tram era limpio y articulado. Por su parte, Bix aportaba un sonido de inspiración novedosa, un hábil giro de la frase y una excitante idea rítmica. El efecto daba una sensación de conversación, un ejemplo de como lo intenso y lo dulce pueden combinar más allá de la armonía. Para muchos es la aportación decisiva a la tradición de la balada del jazz.

Frank Trumbauer

¡Despierta, Bix!

Cuando Bix ingresó en la agrupación del controvertido Paul Whiteman escribió entusiasmado a sus padres contándoles que había conseguido un trabajo con la orquesta más famosa de América. Esas cartas escondían, en el fondo, una cierta justificación y buscaban una aprobación, por parte de sus progenitores, que nunca llegó. En 1928 la orquesta de Paul Whiteman actuó en el teatro Chicago. En uno de los balcones estaba Louis Armstrong. "Esas notas tan bellas me llegaron muy adentro" recordaría Armstrong años más tarde.

Días después, Bix materializó unos de sus sueños. Louis Armstrong y él tocaron juntos, a puerta cerrada, en un club de la zona sur de Chicago. Aún así, nunca tuvo la oportunidad de actuar en público o grabar con él. En ese sentido, la segregación no permitía que un chico blanco se mezclara públicamente con un músico negro. Ambos se encontraban sumidos en su propio aislamiento vital. Bix en el de una cultura de masas que discriminaba a todo aquél que se salía de lo establecido; mientras que Louis era fruto del aislamiento sociohistórico de los negros con respecto al resto de norteamericanos. La música esta vez no pudo romper las barreras.

Hacia 1928 el estado de salud de Bix se agravó debido a los abusos del alcohol y sus continuas depresiones. Un trompetista que utilizó, años más tarde, las partituras de la banda de Paul Whiteman, descubrió una anotación escrita a mano que decía "Wake up Bix". El propio Whiteman le animó a volver a casa para tomarse un descanso. En septiembre de 1929 regresó al hogar familiar para recuperarse. Cuando llegó, descubrió que en un armario de la entrada se amontonaban todos los discos que orgullosamente había enviado a sus padres. Nunca los escucharon...

In a mist

Durante ese período de recuperación se centró en la composición para piano como una faceta nueva de su vida artística. Gracias a la ayuda del arreglista de Whiteman, Bill Challis, logró escribir la notación musical de una sus últimas creaciones: 'In a mist' (nebuloso), una pieza inspirada en el impresionismo francés -especialmente en Claude Debussy, del que era admirador- que incorpora elementos rítmicos del jazz y el ragtime.

Su meditabunda abstracción y su enrarecido movimiento de acordes cromáticos trasciende lo empleado por la mayoría de músicos de jazz de su tiempo. Algunos incluso, ven una expresión de la faceta romántica y melancólica de su personalidad. Lo cierto es que gracias a esta composición introdujo en el jazz escalas de tono y armonías de acorde aumentado así como quintas, sextas, novenas, onceavas y treceavas en bemol.

Aparentemente recuperado, su vuelta a la música tan solo le permitió actuar en fiestas particulares y sesiones universitarias. Además, su debilidad no hizo más que corroborar la espiral de autodestrucción en la que se había sumido. El 6 de agosto de 1931, en un destartalado apartamento de Nueva York, falleció de una neumonía en medio de un ataque de delirius tremens, sin nadie a su lado que lo acompañara. No llegó a cumplir los 29 años.

Su vida inspiró la novela 'Young man with a horn', escrita en 1938 por Dorothy Baker y que se convirtió en película en 1950, protagonizada por Kirk Douglas y Lauren Bacall. Musicalmente, Bix siempre será recordado por poseer una cualidad extremadamente rara en el jazz temprano: el lirismo. Un lirismo trágico tal vez, en medio de una ensoñación difusa de sucesiones de disonancias impresionistas. In a mist...

Para concluir tres piezas que ya han sido comentadas ampliamente, con la excepción de 'Jazz me blues' donde, según muchos autores, apreciamos uno de los mejores solos improvisados de Bix.









"Su sonido era como una chica que dice sí. Escuchándole por primera vez me di cuenta de que no toda la música es igual, de que algunas personas tocan de un modo tan distinto a otras que tienen un conjunto de sonidos completamente nuevos". Eddie Condon, guitarrista.

"He escuchado a muchos músicos intentar tocar como Bix; ninguno lo ha conseguido aún", Louis Armstrong.

Bibliografía:
- Historia del jazz, Ted Gioia; Turner, 1997.
- Historia del jazz clásico, Frank Tirro; Ma Non Troppo, 2007.
- Jazz: sus raíces y su desarrollo; Gunter Schuller; Ed. Victor Leru, 1973.
- Blues People, Leroi Jones; Nortesur, 1963.
-Lost Chords: White Musicians and their contribution to Jazz, Richard M. Sudhalter; Oxford Press, 2001.
- Jazz. Historia. Colección de DVD. Ken Burns, 2001.

13 comentarios:

  1. Grande, grande, grande. No, el tío no. Tú, que eres un genio.

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    1. Muchísimas gracias, compañero!! De genio nada, aquí los grandes son los músicos malditos del jazz ;)) mi labor es meramente recopilatoria (que también lleva lo suyo...) Un abrazo!

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  2. Hola Manu,
    Que alguien consiga que me interese de esta manera la historia de un blanco tocando Jazz en sus albores tiene que que ser, como bien dice Goyo, un genio!!!
    Lo de Bix creo que pertenece más al cesto de lo pintoresco que al de lo genial, pero he disfrutado mucho con la entrada, como no soy un buen oyente no le acabo de apreciar lo que le apreciaba Armstrong (por ejemplo) pero sú tema para piano me ha parecido muy moderno para aquellos tiempos.
    Un saludo reverencial!

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    1. jejeje, muchas gracias amigo Ferrán. Ya sabes que yo tengo cierta predilección por los músicos blancos, sin desmerecer a los grandes por supuesto. Coincidimos en la capacidad de sugestión de su hipermoderna pieza de piano. Quién sabe qué hubiera ocurrido si Bix no llega a morir tan joven... Lo mismo hubiéramos tenido otro Bill Evans...:O)
      Abrazos!

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  3. ¡Excelente entrada, maestro Grooveman!

    Conmueve comprobar como el peso de la marginación sociocultural por las convenciones se daba tanto para blancos como para negros... y como ni siquiera la música era capaz de salvar el abismo.

    ¿quién iba a imaginar que la corneta de un tipo llamado Bismark pudiese hacer algo tan opuesto a lo marcial? ;-)

    PD.- Esa peli hay que verla... Lauren Bacall es además un valor seguro ;-)

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    1. Muchas gracias, Isa (sin Jmoya)!! Quién sabe si el bueno de Bix no tuvo algún antepasado militar... Lo que sí está claro es que prefirió la música de los negros que la disciplina de la academia.

      Hay que ver esa peli, sí. Otra más!! ;)

      Besos

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  4. Conocía la historia pero tú le has dado un tono narrativo excelente y muy ameno. Bix fue el primer trágico del jazz en una historia llena de tragedias. El primer símbolo de lo que pudo ser y no llegó a ser. El primer jazzman, creo yo, que introdujo toda su vida emocional en cada nota que arrancaba de su instrumento. No sé si fue el preculsor del cool como se ha dicho lo que si fue es el gran impulsor de la intimidad y el fraseo cuando todo era sonido, potencia y calor.

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    1. Muchas gracias por sus palabras Dr.! Qué interesantes y constructivas siempre sus aportaciones. Me ha gustado eso de que fue el gran impulsor de la intimidad cuando todo era potencia...

      Un abrazo!

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  5. Mis perdones si repito. El blog se ha "comido" mi comentario y creo que se ha perdido.

    Comentaba la forma tan poética en que has explicado la personalidad de Bix y cómo has descrito el paralelismo entre el estado de ánimo continuado del trompetista y el lirismo de su música. No había leído nada sobre Bix aunque tengo varios discos entre mis favoritos. También tengo pendiente de visionar la película (tenía el dvd en inglés y me daba pereza, pero ya la he encontrado en castellano) aunque sé que es una versión almibarada y novelesca del verdadero Bix, pero creo que es la primera vez que en Hollywood se trata al músico de jazz como un creador y no como un objeto de atrezo. ¿Es porque era blanco?

    Gracias por el comentario en mi blog, Sr. Grooveman. Anoto el libro en mi lista de lecturas pendientes. En cuanto al proyecto musical (Satellite) voy a dedicarle una escucha más pausada. Tiene un sonido brillante y fresco.

    Un abrazo.

    Félix

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  6. Muchas gracias por tu comentario, Félix!! Un honor verte por aquí y que me hayas enlazado. Te agradezco asimismo las palabras sobre Satellite.

    Habrá que ver la película, pero supongo que Hollywood veía con distintos ojos a los músicos negros y a los blancos. Un claro ejemplo edulcorado es Música y lágrimas sobre la vida de Glen Miller...

    Un abrazo!

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  7. Que gran musico fue Bix Beiderbecke, aunque mi preferencia en el jazz va por el Bop y Hard-Bop, debo reconocer la calidad de este gran cornetista. tengo varios discos de él y no me canso de escucharlo. Como mucho otros grandes del jazz, Beiderbecke murió muy joven, una gran pérdida para la música de jazz.
    Saludos

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    1. Muchas gracias, Héctor!!! Gran figura, sin duda, aunque no sea bop ;)

      Un abrazo!

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    2. ...traigo
      ecos
      de
      la
      tarde
      callada
      en
      la
      mano
      y
      una
      vela
      de
      mi
      corazón
      para
      invitarte
      y
      darte
      este
      alma
      que
      viene
      para
      compartir
      contigo
      tu
      bello
      blog
      con
      un
      ramillete
      de
      oro
      y
      claveles
      dentro...


      desde mis
      HORAS ROTAS
      Y AULA DE PAZ


      COMPARTIENDO ILUSION
      MANU

      CON saludos de la luna al
      reflejarse en el mar de la
      poesía...




      ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE TITANIC SIÉNTEME DE CRIADAS Y SEÑORAS, FLOR DE PASCUA ENEMIGOS PUBLICOS HÁLITO DESAYUNO CON DIAMANTES TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA,JEAN EYRE , TOQUE DE CANELA, STAR WARS,

      José
      Ramón...

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