"Hard time here and everywhere you goTime is harder than ever been before"
¿Por qué buscar belleza donde no la hay? El blues nace de una tragedia, de un desarraigo. De la tristeza de los antiguos reinos. Del hombre
negro africano, esclavo, que llega a un entorno hostil que ni comprende, ni quiere
comprender. El blues es su forma de adaptarse a él. De
exorcizar sus demonios, sus lamentos y sus angustias para convertirlos en
una especie de expresión poética. Pero una poesía recia, rocosa, dura como la
tierra que se ve obligado a labrar. Puede que haya belleza en ello, pero es otro tipo de hermosura, sin duda, nada convencional. Quien busca refugio en el blues acabará desconcertado. No encontrará sosiego, tampoco
calma, ni si quiera alivio. Porque el blues es convulso. Te agita, te conmueve,
te perturba, pero rara vez te pacifica.
Son tiempos difíciles. Aquí y en todas partes. De puerta a puerta la gente parece buscar una promesa de paraíso que jamás existió. A quién le importa dónde van. Vagan a la deriva suplicando cobijo, trabajo... futuro. Escapar del matadero ¿implicará la felicidad? Los tiempos difíciles arrasarán con todo. Los que aún conservan algo de dinero, más vale que lo aseguren. Los tiempos difíciles están aquí pero pueden durar mucho, toda una vida...
Son tiempos difíciles. Aquí y en todas partes. De puerta a puerta la gente parece buscar una promesa de paraíso que jamás existió. A quién le importa dónde van. Vagan a la deriva suplicando cobijo, trabajo... futuro. Escapar del matadero ¿implicará la felicidad? Los tiempos difíciles arrasarán con todo. Los que aún conservan algo de dinero, más vale que lo aseguren. Los tiempos difíciles están aquí pero pueden durar mucho, toda una vida...
Cuando Skip James escribió 'Hard time killing floor blues' tal vez no sabía que estaba componiendo una oda a la decadencia, a la desazón, a la desesperanza, un himno a los tiempos duros. Era 1931, la crisis del 29 había causado estragos en todo Estados Unidos. Los ricos dejaron de ser tan ricos, los pobres fueron aún más pobres. La Gran Depresión amenazaba con consumir el escaso ánimo que quedaba en la población. El disco fue un absoluto fracaso comercial. Nadie quería que le enfrentaran con sus penurias diarias. La sociedad buscaba evasión en el cine, en los musicales de Broadway, en el jazz de las grandes orquestas, pero nadie necesitaba que le recordaran que los tiempos difíciles puede que no acabaran nunca. Nadie veía en el blues un consuelo a su amarga existencia.
Durante esa época, los negros utilizaban el término killing floor para referirse a un matadero (slaughterhouse), en el sentido literal de la palabra, pero los bluesmen se apropiaron de ese slang y lo llevaron a su imaginería lóbrega, a un estado de aflicción que servía como perfecta metáfora del período que estaban viviendo. Los que emigraron al norte buscando mejores condiciones, pronto descubrieron que el sueño era demasiado efímero. Pasaron de trabajar de sol a sol en la plantación de algodón, para hacerlo en la fábrica de coches o en el peor de los casos, en el matadero, despedazando cuerpos de animales. Una planta mortal donde los anhelos de una vida nueva se desvanecieron.