Creo haber oído a Buddy Bolden decir...

Estatua a Buddy Bolden. Nueva Orleans

Creo que he escuchado a Buddy Bolden gritar: "¡abrid esa ventana, que se vayan los malos humos; abrid esa ventana que salga ese aire viciado fuera!". Creo que es lo que escuché a Buddy Bolden decir.

Primero fueron unos leves pinchazos. Después se transformaron en fuertes dolores de cabeza. El alcohol posiblemente no ayudó a solucionarlo. Cuanto más le dolía, más bebía. Mucho más de lo que ya solía hacerlo. No era capaz de poner en orden todas las ideas musicales que asediaban su cabeza. Tenía momentos de depresión donde se culpaba a sí mismo, pero también a sus amigos, y sobre todo, a su corneta. Sentía miedo de su corneta. Inseguro, taciturno y depresivo deambulaba de un sitio para otro, buscando un trago de whisky. Su banda, su familia y sus responsabilidades laborales le superaron. Había sido el Rey. Toda la ciudad le aclamaba. Eran muy pocos en Nueva Orleans los que no habían escuchado el poderoso sonido de su corneta. Incluso desde la otra orilla del río. Muchos músicos querían ser como él. Pero ahora tenía que enfrentarse a otros enemigos y no precisamente musicales. A sus propios fantasmas. A él mismo...

En marzo de 1906, con apenas 29 años, el reinado de Buddy Bolden empezó a decaer. Aparte de las migrañas, comenzó a tener alucinaciones. Ensoñaciones perturbadoras que le atormentaban y regresiones nostálgicas a tiempos mejores. Tal vez en alguno de esos viajes regresara a su infancia, cuando con 4 años su padre le llevó por primera vez a un desfile callejero. O a los momentos de su apogeo, cuando las mujeres se peleaban por llevar la funda de su corneta, por ponerle el pañuelo o por coger su abrigo. Quizá se trasladara a 1900, cuando en la trasera de una barbería dio forma a su primera formación, la banda de Buddy Bolden, la primera orquesta de jazz...

Seguía actuando, pero cada vez era más frecuente que se equivocara en las notas. A finales de marzo de ese 1906, estuvo unos días en cama. Su madre Alice Bolden y su hermana Cora cuidaban de él. Su chica por aquel entonces, Nora Bass -con la que había tenido su hijo primogénito Charles Bolden Jr.-, también le visitaba frecuentemente. En una de esas visitas Nora fue con su madre, Ida Bass. Estaban las cuatro mujeres velándole en la habitación y en mitad de un delirio Buddy se levantó de la cama cogió un jarrón y lo rompió en la cabeza de su suegra. Pensaba que le iban a administrar una droga mortal. Con la ayuda de un médico, las mujeres consiguieron calmarle, pero tuvo que llegar la policía y arrestarle hasta que se le pasó el brote.

Al día siguiente los periódicos locales se hicieron eco del suceso. Pradójicamente, la única vez que Buddy Bolden fue mencionando por la prensa. En su edición del 27 de marzo de 1906, el 'Daily Picayune' dice "Mauled his mother-in-law" [Hiere a su suegra] y menciona a Charles Bolden como músico. Por su parte, el 28 de marzo el 'New Orleans Item' titulaba "Strikes mother with water pitcher" [Golpea a su madre con un jarrón] en este caso confunde a la suegra con la madre y describe la herida como "considerable pero no seria".

"No te necesitamos más"

Los ataques violentos se extendieron a sus compañeros de banda. Uno de sus fieles músicos, el trombonista Willie Cornish, co-fundador junto con Bolden, dejó el grupo tras las continuas disputas. No era fácil relacionarse con él. El guitarrista, el clarinetista y el contrabajista también se fueron. La formación hacía aguas. Todos coincidían en el deterioro de la banda más famosa de la ciudad. El trombonista sustituto Frankie Dusen tomó el mando. Llamó al cornetista Edward Clem para reemplazar al mismísimo Bolden cuando éste estaba en pleno delirio. Cada vez fue algo más habitual. Los testimonios de la época decían que era frecuente verle caminar solo por la calle, borracho, tambaleándose, desconfiado, errático, de una forma bastante humillante, con constantes ataques de locura. Todo el mundo era su enemigo. Le costaba incluso reconocer a sus viejos amigos. Los transeúntes le reprendían. No se daban cuenta que, en realidad, estaba enfermo.

No hay unanimidad entre los músicos coétanos para aclarar cuál fue el último lugar donde tocó Bolden. Kid Ory dice que la última vez que le vio fue en el Masonic Hall. Parece ser que Buddy se había gastado todo el dinero del bolo él solo y cuando tocó repartir el resto solo le quedaban 60 céntimos. Sus palabras fueron: "aquí está vuestro viaje en coche, chicos. Y esto es para Chookie. Nadie lo conseguirá excepto Chookie". La identidad del tal Chookie sigue siendo un misterio...

Otros hablan del Odd Fellows Hall como el escenario final que pisó Bolden. No es del todo exacto. Lo cierto es que Frankie Dusen había llamado a Edward Clem para una actuación ya cerrada en el citado Odd Fellows. Cuando la banda estaba en el número inicial entró Buddy Bolden. Se dirigió hacia donde estaban tocando los músicos y preguntó qué pasaba. Dusen, entre el bullicio del salón, le gritó a la cara "no te necesitamos más". Bolden no dijo ni una palabra. Se giró y se fue por donde había venido. Nadie le pidió que se quedara. Ninguno de sus antiguos fans recordó el famoso "King Bolden! King Bolden!" que no hace tanto le dedicaban. Ni siquiera el resto de músicos de su ya ex-banda le animó a tocar algo. Su corona se perdió entre el suelo de serrín de los salones del Uptown; entre las calles de barro de South Rampart St, al mismo tiempo que otro tipo de barro se apoderaba de su razón y enturbiaba su mente sin piedad.

Sin embargo el último trabajo de Buddy Bolden fue en el desfile callejero del Labor Day del 4 de septiembre de 1906. Era uno de los desfiles anuales más importantes de la ciudad. El recorrido se realizaba por Uptown, por las calles que vieron nacer a Bolden, para luego acabar en el French Quarter. En algún punto intermedio se salió del parade ya que su comportamiento no estaba siendo el más adecuado. La semana siguiente los brotes se agravaron. Su madre se vio obligada a llamar a la policía. Se estaba volviendo loco. Sus vecinos tenían miedo de sus ataques violentos. Se había convertido en una carga para su familia.

Pociones amorosas y maleficios

Estuvo en prisión preventiva en Nueva Orleans mientras los oficiales decidían qué hacer con él. Pero al estar recluido en una celda junto a presos comunes, prostitutas y enfermos de sífilis, su situación empeoró. En abril de 1907 un informe corroboró su enfermedad mental, motivada por el abuso del alcohol. Gracias a esta 'declaración de locura' se pudieron hacer las gestiones necesarias para trasladarlo a un centro psiquiátrico, de lo contrario hubiera vuelto al cuidado de su madre.

El 5 de junio de 1907, Charles Buddy Bolden llegó al manicomio de Jackson en Misisipi, después de un largo viaje donde abandonó para siempre su Nueva Orleans natal, a su familia y sobre todo sus días gloriosos como 'Rey del jazz'. Allí pasó los siguientes 25 años de su vida. Los últimos. Fue confinado en el módulo de los maniaco-depresivos y esquizofrénicos-paranoicos. Todas las dependencias estaban segregadas. Aunque el informe médico oficial hablaba del alcohol como principal causa de la locura de Bolden, existen otras teorías.

Para algunos fue debida a magia voodoo. Kid Ory cree que alguien puso algo en la boquilla de su corneta y le envenenó. Otros hablan de un maleficio. Buddy Bolden tenía gran fama entre las mujeres y muchas disputaban sus favores. No son pocos los que defienden que alguna amante despechada le administró una poción amorosa que le enloqueció. También puede que la locura fuera motivada como consecuencia de una sífilis, enfermedad de transmisión sexual muy común en la época.

El cementerio de los indigentes

Su madre y su hermana Cora lo visitaban frecuentemente. Pero alrededor de 1920, Buddy ni siquiera las reconocía, por lo que dejaron de ir a verle, tan solo se interesaron por él por medio de cartas. Afortunadamente en ese mismo año cambió la dirección del psiquiátrico. El nuevo gerente introdujo nuevos métodos. Uno de ellos fue la terapia musical. Se montó una banda con los internos y durante el fin de semana se organizaban picnis y fiestas en el jardín que eran amenizados con música. Buddy Bolden no formó parte de esa banda pero sí pudo volver a tocar la corneta esporádicamente. Nadie en el psiquiátrico sabía de su ilustre pasado. Sin embargo algunos cuidadores se admiraron de su particular fraseo y de su potencia."Podías apreciar perfectamente que era mejor que el resto", llegó a afirmar uno de los trabajadores del psiquiátrico.

Aún así, en el manicomio de Jackson, Buddy Bolden era un negro más cuya salud se iba deteriorando gradualmente. En agosto de 1931 una carta de su hermana Cora anunciaba la muerte de Alice Bolden. Él no fue consciente de la muerte de su madre, sin embargo unos meses después, el 4 de noviembre de 1931 el corazón de Buddy se paró también. Quién sabe si la locura no había incapacitado del todo sus sentimientos. Sus restos mortales fueron enviados a la dirección de su hermana.

Cuando su cadáver volvió a Nueva Orleans, el Odd Fellows, el Masonic Halls, Lincoln Park y otros muchos lugares donde había escrito su leyenda ya habían desaparecido. El Funky Butt era ahora una iglesia batista. Su hermana apañó un modesto entierro, donde tan solo acudieron unas primas plañideras. Ningún músico pasó por allí. De hecho, pocos supieron de su muerte. No hubo banda de metales para dar el último adiós, ni second-line. El Holt Cementery donde reposan sus restos mortales es el cementerio de los indigentes. Allí yace King Bolden, el primer músico de jazz de la historia...

De las múltiples versiones que existen de 'Buddy Bolden's Blues' o 'I thought I heard Buddy Bolden say' (aquí ya hemos utilizado en otros post un par de versiones de Jelly Roll Morton) he seleccionado un fragmento de la película 'New Orleans' (1946) protagonizada por Louis Armstrong y Billie Holiday y una curiosidad: una versión de Hugh Laurie, el televisivo Dr. House, que demuestra ser tan buen actor como intérprete de blues.

Aún así en la lista Spotify Buddy Bolden's Blues se recopila una variopinta colección de versiones de todo tipo.

I thought I heard Buddy Bolden say
You nasty, you dirty—take it away
You terrible, you awful—take it away
I thought I heard him say

I thought I heard Buddy Bolden shout
Open up that window and let that bad air out
Open up that window, and let the foul air out
I thought I heard Buddy Bolden say

I thought I heard Judge Fogarty say
Thirty days in the market—take him away
Get him a good broom to sweep with—take him away
I thought I heard him say

I thought I heard Frankie Dusen shout
Gal, give me that money—I’m gonna beat it out
I mean give me that money, like I explain you, or I’m gonna beat it out
I thought I heard Frankie Dusen say

[[Fuente: 'In search of Buddy Bolden: first man of jazz'. Donald M. Marquis.]]

PD1: Esta entrada es una continuación de La leyenda del primer músico de jazz, donde se esboza la figura y el mito de Bolden. Después de la lectura detallada del libro de Marquis he recopilado informacion muy interesante sobre el personaje. El autor hace una valiosísima labor de investigación, por ejemplo para desenmascarar habituales errores históricos (no fue ni barbero, ni escribió el folletín The Cricket), y otros aspectos de su vida y de su música que iré desgranando poco a poco.

PD2: Quisiera pedir disculpas a los lectores más fieles del blog porque durante el mes de septiembre no he publicado ninguna entrada. Después del viaje por la Ruta 61 de Nueva Orleans a Chicago he necesitado un período de adaptación para poner en orden todas las experiencias vividas. Unido a las crónicas del viaje para otros medios, se me ha echado el tiempo encima y he descuidado este espacio. Confío en que no vuelva a pasar. Y si sucede, que sea, como mínimo, por una causa así. Gracias.