jueves, 29 de diciembre de 2011

La infancia de un mito: de los bajos fondos de Nueva Orleans al Hogar de Niños Expósitos


Nueva Orleans, principios del siglo XX. Un niño de unos 7 años empuja una desvalijada carretilla de madera por el Storyville negro, uno de los más depravados de la ciudad. En ella, lleva carbón que reparte por todos los salones, burdeles y tabernas del barrio. Sopla una larga corneta de hojalata para aunciar su presencia.  Las prostitutas le conocen y le saludan con una especie de instinto maternal. Le llaman cariñosamente 'little' o 'dippermouth' (boca grande) debido a su apariencia menuda y a su descomunal sonrisa, que nunca parece perder a pesar de la situación. 

De cuando en cuando, ese niño sonriente asoma la cabeza entre las cortinas de los lupanares y escucha una música diferente, mágica y excitante. Una música que se está forjando a golpe de sexo y alcohol, de corneta y de piano. Escucha un ritmo contagioso y vibrante que le atrapa, le transporta y le hace soñar. Ese niño -aunque todavía no lo sabe- será la figura clave en la evolución del jazz, el que codifica y asimila todo lo que ha pasado antes para marcar el camino de lo que será el lenguaje de la música jazz y convertirlo en una forma de expresión artística universal.

Una de las leyendas mas antiguas del jazz -a la que contribuyó principalmente el propio protagonista- dice que Louis Armstrong nació el 4 de julio de 1900. Sin duda no podía haber efeméride más apropiada - el Día de la Independencia y el inicio del siglo- para el nacimiento de una de las mayores glorias estadounidenses, pero, como casi siempre, la realidad es mucho menos mitológica y solemne. Daniel Louis Armstrong vino al mundo el 4 de agosto de 1901 en el barrio de Jane Alley de Nueva Orleans como hijo ilegítimo de William Armstrong y Mary Albert, 'Mayan', una prostituta que tan solo tenía 17 años. Gracias al certificado de bautismo que descubrió el crítico Gary Giddins en su libro 'Satchmo: The Genius of Louis Armstrong' se pudo confirmar definitivamente esa fecha y se cerró un ciclo de pesquisas e investigaciones que habían emprendido otros autores.

Louis junto a su madre y su hermana
Los negros de la época no solían dejar registrado los eventos de sus vidas. Por tanto, no es algo circunstancial la fecha de nacimiento al igual que no lo son los detalles que el mismo Armstrong ofreció de su infancia. Nunca pareció avergonzarse de sus orígenes, sobre todo en lo que respecta al sentido comunitario y a la sensación de pertenencia. Aunque la mayoría de versiones de aquella etapa son contradictorias y en general tendían a edulcorar una realidad mucho más dura para un niño negro como fueron la segregación, la violencia y la extrema pobreza. En sus memorias Armstrong reconoció que en muchas ocasiones no tenían ni para cenar. Casi nada más nacer, además, su padre abandonó el hogar y se fue a vivir con otra mujer, con la cual formó una nueva familia, dejando a Louis sin una referencia masculina a la que imitar.

La ausencia de esta figura paterna marcó definitivamente el carácter y la personalidad del joven Armstrong que desde muy pequeño tuvo que hacerse cargo de las riendas de su casa. Pero además le influyó en su carrera artística ya que según apunta James Lincoln Collier en su espléndida 'Louis Armstrong: an American Genius', Armstrong siempre se rodeó de hombres -generalmente blancos- con personalidades fuertes, dominantes y rudas, algunos incluso con antecedentes criminales, porque creía que era la única manera que tenía un hombre negro de hacer algo en la vida.

Su madre Mayann (apodo utilizado por Armstrong) tuvo otra hija llamada Beatrice (apodada Mama Lucy), pero enseguida los niños se quedaron a cargo de su abuela Josephine, ya que Mayann trabajaba en varios prostíbulos para ganarse la vida. El entorno en el que crecieron era un barrio negro de desvencijadas y atestatadas casuchas de madera. En los meses de calor las calles se llenaban de polvo y durante las lluvias todo se cubría de lodo. Además era uno de los barrios más peligrosos de Nueva Orleans conocido popularmente como 'El Campo de Batalla'. Las peleas con cuchillos, las pistolas y los asesinatos estaban a la orden del día. Parece imposible que un genio de la categoría de Armstrong saliera de un lugar así donde la vida apenas importaba y si además tenemos en cuenta que no existían antecedentes musicales en su familia.

Louis Armstrong (centro, fila de arriba)  y la 'Waif's Home Colored Brass Band' 

Alrededor de 1905, Armstrong y su hermana Mama Lucy, ya con Mayann al frente, se trasladaron a un apartamento en Perdido Street, en pleno Storyville negro, donde compartían techo con los diferentes novios que tenía su madre. De hecho, Louis se vestía con un chaleco de algodón azul y unos pantalones arremangados que heredaba de éstos. Siempre iba descalzo, incluso en invierno, y nunca llegó a tener más de tres prendas a la vez.

A unos 50 metros de su casa, en South Franklin Street, se encontraba la escuela Fisk, donde parece que aprendió a leer y escribir, pero justo en la acera de en frente estaba otra escuela que enseñaría mucho más Armstrong: el Funky Butt Hall, lugar donde escuchó por primera vez a uno de sus ídolos, Buddy Bolden. Junto a los otros niños espiaban por los agujeros de la pared para ver el baile de las prostitutas y al mismo tiempo oír el espectacular sonido de corneta de Bolden, como ya describimos en la entrada dedicada al pionero cornetista.

En la zona no había una sola casa decente y abundaban los salones y burdeles. Precisamente a otro de sus ídolos, y principal mentor, Joe Oliver, lo descubrió en el Lala's trabajando para los Karnofskys, una familia judía de inmigrantes rusos, como repartidor de carbón. Cuando se aproximaba al salón donde tocaba Oliver, Armstrong ralentizaba el paso para poder estar más tiempo escuchándole.

El Hogar de los Niños Expósitos

En la Nochevieja de 1912, Armstrong se encontraba en la calle, como el resto del barrio, celebrando el Año Nuevo. Había tomado prestado de su padrastro un revólver del calibre 38. Un niño disparó un cartucho sin bala en dirección a Armstrong, a lo que éste respondió lanzando seis tiros al aire, sin ninguna intención de herir a nadie. Pero un policía blanco que observaba la escena le cogió de inmediato para llevárselo arrestado a comisaría. Después de una rápida audiencia, el 2 de enero de 1913 fue internado en el Hogar de Niños Expósitos de Nueva Orleans.

Este hecho que podría haber resultado traumático para cualquier niño de su edad, produjo una contrapartida sorprendente. El Hogar era una institución con disciplina militar que potenciaba la tradición musical de bandas. De hecho, había una banda, la 'Waif's Home Colored Brass Band',  formada por un bombo y 15 instrumentos de bronce El primer instrumento que asignaron a Armstrong fue una pandereta, después pasó a los tambores, luego el bugle para acabar finalmente ocupándose de la corneta.

A diferencia de los grandes cornetistas de Nueva Orleans que tuvieron una formación autodidacta, Armstrong recibió en el Hogar una rudimentaria formación técnica. El repertorio se basaba en los rags y blues populares del momento porque todavía no existía el término jazz. Pero sin duda, el principiante Armstrong adquirió una concepción musical básica que le resultaría muy útil en el futuro.

Gracias a los méritos y los ensayos rápidamente Louis progresó hasta convertirse en primer cornetín de la banda. Consiguió sus primeros reconocimientos como músico y le dio la oportunidad de tocar en público en desfiles y procesiones. Además le mostró las posibilidades que había más allá del Storyville negro. En cierto modo le dignificó. Pero pasados 18 meses el juez le otorgó la libertad, circunstancia que no le agradó en absoluto porque él se sentía feliz y realizado en el Hogar. Además su salida significaría que tendría que vivir con su padre. Tendrían que pasar todavía 2 años hasta que Louis Armstrong pudiera pagarse su primera corneta. Como sugiere James Lincoln Collier, si el Hogar de Niños Expósitos no hubiera puesto un instrumento en sus manos es posible que hubiese llegado demasiado tarde a la música...

Las selecciones musicales son dos deliciosas piezas compuestas por Louis Armstrong y su segunda esposa, Lil Hardin, inspiradas en sus orígenes. En primer lugar 'Perdido Street', con uno de los fraseos más reconocibles de Armstrong y en segundo lugar 'Coal cart blues' (El blues de la carreta de carbón); ambas grabadas en 1940 en Nueva York para la discográfica Decca.






"Mi padre nunca tuvo tiempo para enseñarme nada; estaba demasiado ocupado persiguiendo rameras", Louis Armstrong en su autobiografía 'Satchmo'.

9 comentarios:

  1. Hola Manu,
    La espera ha valido la pena, reconozco que mi adoración por Armstrong tiene menos que ver con su música que con su peso en la historia de esta maravillosa música que es el Jazz, le escucho poco pero siempre que lo hago me pregunto porque no lo hago más, fácil respuesta, los días solo tienen 24 horas!! Com es habitual te ha quedado una entrada magnífica y produce esperanza en la humanidad el saber que una institución de acogida infantil, por una vez, cumplió la misión de proteger y educar a un niño, genio o no, que es lo que deberían hacer siempre.
    Que tengas una feliz despedida de año (es mi fiesta preferida de todas las que se celebran) y que la música no decaiga!!
    Me encanta Perdido Street, es un megaclásico

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  2. Muchísimas gracias, Ferrán! La verdad es que la historia de la infancia de Louis Armstrong y su 'accidentada' entrada en el Hogar es una de las más bellas a las que he podido enfrentarme. Como bien dices, ese debe ser el objetivo de una institución infantil...
    Mis mejores deseos para el nuevo año para ti también. Nos seguimos leyendo! Y ya sabes, que tengamos un año lleno de swing!
    Un fuerte abrazo, amigo!!

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  3. Buff! te superas, Grooveman. Excelente el post de hoy. Si ya la figura de Louis Armstrong me fascinaba, ahora has conseguido que me enamore del todo... Y Dios, ¡qué ganas de perderme en Storyville a escudriñar cada rincón de Perdido Street en busca de su rastro!

    Que el 2012 te traiga numerosas y trepidantes aventuras con tu amante :-)

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  4. Muchísimas gracias Im-perfecta buenrollera por el comentario!! No sé lo que quedará del Storyville en el que vivió Armstrong, pero de lo que estoy seguro es que su espíritu y su música perviven todavía allí!!

    Nunca trasnochar mereció tanto la pena...;)

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  5. Hola Manu,
    Hace días que tengo ganas de preguntarte una cosa. Conoces a Alí Farka Touré?
    Es un africano del delta haciendo música africana del delta.
    Si no lo conoces te lo recomiendo, haré una entrada un día de estos junto a los Tinariwen pero no podía esperar a saber si lo conocías.
    Saludos y buen año a Isa, tengo debilidad por las imperfecciones y el buen rollo

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  6. Una vez escribí una ficción sobre el jovencito Armstrong en mi blog. No tiene especial valor pero puede servir de complemento a tu magnífica entrada.
    http://sinfoniazul.blogspot.com/2008/07/fe-de-carbonero.html

    Feliz año

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  7. Otro día leeré con calma tu (seguro que fantástica) columna, hoy me estoy dedicando a felicitar a los blogs amigos

    Por si con la avalancha de felicitaciones no me identificas : (soy el de “el blues y otras hierbas” y “milesandltrane”)

    FELIZ 2012 Y MUCHA SALUD!!! (si tenemos el dinero justito para vivir, todo lo demás es secundario), SIN SALUD NO HAY NADA...

    FELIZ ENTRADA DE AÑO Y MEJOR SALIDA!! (fuck the crisis)

    Un abrazo

    Mario

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  8. Muchas gracias por tus buenos deseos, Ferrán... el 2012 no ha podido empezar mejor. Espero que a ti también te sonría y que venga cargado de buen rollo :-)

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  9. Amigo Ferrán, no le conozco así que estoy deseando leer esa entrada para poder introducirme en él ;)

    Dr. Krapp, enormemente agradecido por compartir ese relato aquí. Siempre es un honor. Además, como ya te he dicho en el comentario a la entrada, me parece un relato encantador... Muy emotivo y altamente sugerente! Gracias!

    Mario, muchas gracias! Feliz año para ti también. Que el nuevo año nos traiga mucho jazz, mucho blues y sobre todo muchos posts!!!

    Isa, buen rollito! ;)

    Saludos a todos!

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