martes, 5 de julio de 2011

La música de los negros que tenían esclavos



Eran negros, pero con la piel más clara.  No tenían sus orígenes en África, sino que potenciaban sus raíces europeas. Descendían directamente de los primeros colonos de Nueva Orleans: franceses y españoles que se habían casado con mujeres de color o habían tenido hijos con sus esclavas negras. Este hecho les diferenciaba del resto de inmigrantes negros, principalmente esclavos.

Despreciaban a sus 'hermanos' negros afroamericanos. Vivían en barrios diferentes, hablaban dialectos diferentes (patois), tenían costumbres diferentes. Pertenecían a una acomodada clase media.  No querían que se les relacionase con la sociedad negra de la época. De hecho, muchos se declaraban igual o más racistas que algunos blancos. Otros incluso tenían sus propios esclavos. Los criollos o (creoles en su término inglés) eran negros que se sentían orgullosos de sus antecedentes europeos.

Todo cambió en 1894, cuando para el Código Legislativo de Louisiana cualquier ciudadano de ascendencia africana era considerado negro. Los criollos no lo eran, pero no les quedó más remedio que, progresivamente, establecer un contacto más estrecho con la clase baja negra. Esta aproximación dio como resultado una interesante mezcla musical que establecería los cimientos de un nuevo estilo.

Los músicos criollos estaban educados en la tradición clásica europea, sabían leer solfeo y tocaban varios instrumentos. Los dos primeros nombres asociados al nacimiento del jazz, Buddy Bolden y Jelly Roll Morton (ya citados con anterioridad en el blog) eran criollos. Morton, denominado a sí mismo como 'invetor del jazz', pertenecía a una comunidad burguesa criolla de Nueva Orleans, aunque cambió los recitales de salón de baile por el ambiente de  los burdeles de Storyville  donde aprendió a tocar el piano.  Morton, al igual que otros muchos músicos criollos, sentía especial devoción por uno de los estilos, que junto con el blues, conforman el carácter de la música jazz: el ragtime.

El ragtime surgió a mediados del siglo XIX en las comunidades afroamericanas del centro de los Estados Unidos, por tanto no es una música criolla, aunque también entronca directamente con esa tradición musical del viejo continente. Ya hablamos en el anterior post de cómo los blancos imitaban a los negros en los espectáculos de minstrel. Pues bien, con el ragtime fueron los negros quienes quisieron adoptar las formas de expresión blancas, especialmente, las derivadas de las marchas y valses europeos. La adaptación de esas formas a la música afroamericana dio origen a una de las características primordiales del ragtime: la síncopa.

El estilo alcanzó su máximo apogeo en el piano, instrumento que permitía con la mano izquierda realizar ese 'martilleo' percusivo tan característico, mientras que la mano derecha dibujaba todo tipo de acrobacias rítmicas. La mayoría de los ragtime estaban escritos en partitura, lo cual supuso que tuvieran gran difusión y se hicieran muy populares. En 1897 se publica el primer ragtime de la historia 'Mississippi Rag' de William Krell. A principios de siglo muchas obras llevaban la palabra 'rag' aunque realmente no tuvieran nada que ver con el estilo.

Pero hablar de ragtime es citar a Scott Joplin, el más grande de sus compositores. Nacido en Texas en 1868, a lo largo de su trayectoria musical compuso multitud de piezas siendo 'Maple Leaf Rag' su obra más famosa -llegó a vender un millón de partituras en la época-, aunque todo el mundo le recuerda por 'The Entertainer'.

Joplin puso además especial interés en fundir la música afroamericana con las principales tradiciones de composición occidental situándose a medio camino entre la música culta y la música de masas; el polirritmo africano y el formalismo europeo; entre la cultura intelectual y la cultura popular... Tal vez, sin saberlo, estableció las bases de la posterior evolución del jazz. Sin los ragtimes de Scott Joplin, la música de  grandes maestros como Duke Ellington o Fats Waller tendría un color diferente. Jelly Roll Morton jamás hubiera tocado un piano y el jazz no sería lo que es hoy...



"El piano era conocido entre nosotros como un instrumento para mujeres, pero yo no quería ser un afeminado. Quería casarme, formar una familia y ser un hombre entre los hombres, así que estudié otros instrumentos. Pero un día vi a un tipo tocar un ragtime de manera asombrosa, así que decidí que el piano era tan bueno para hombres como para mujeres", Jelly Roll Morton.