Historias de vudú y jazz

There lived a conjure-lady, not long ago,

In New Orleans, Louisiana - named Marie Laveau.

She made a fortune selling voodoo and interpreting dreams

She was known throughout the nation as The Voodoo Queen

Folks came to her from miles and miles around,

She showed them how to "put that voodoo down"

To the voodoo lady they would go - rich, educated, ignorant, and poor.

She'd snap her fingers and shake her head,

Then tell 'em  'bout their lovers - livin' or dead.

And old, old lady named Widow Brown

She asked why her lover stopped comin' around.

The Voodoo gazed at her squalled,

"I seen him kissin' a toung girl up in Shakespeare's Hall

Standin' near an oak tree in the dark"

Poor Marie Laveau

Marie Laveau, The Voodoo Queen

Way down yonder in New Orleans

Old Widow Brown, she lost her speech

Tears start rollin' down her cheeks.

She says, "Hush, my darlin' don't you cry,

I'll make him come back by and by, 

Now sprinkle this snake dust on your floor,

He'll be back Friday mornin', when the rooster crow"

Poor Marie Laveau

Marie Laveau, The Voodoo Queen

Way down yonder in New Orleans

Marie Laveau helped them in her hand

New Orleans was her promise land

Quality folks came from far and near,

This wonder woman for to hear.

They were 'fraid to be seen at her gate,

And would creep through the dark to hear their fate.

Holdin' dark veils over their head,
They would tremble to hear what Marie Laveau said.

Poor Marie Laveau, Marie Laveau, 

The Voodoo Queen from New Orleans.

She made gris-gris with an old ram horn,

Stuffed with feathers and shucks from a corn.

A big black cat urn and catfish fin,

Made a man get religion and give up his sin .

Poor Marie Laveau, 

Marie Laveau, The Voodoo Queen,

She got rich on voodoo in New Orleans.

Sad news got our mornin' at the dawn of day,

Marie Laveau had passed away.

In St. Louis' Cementery she lays in her tomb,

She was buried at night on the waste of the moon.

Poor Marie Laveau, Oh, Marie Laveau. 

The folks STILL believe in the Voodoo Queen,

'Way down yonder in New Orleans'

Oscar 'Papa' Celestin And His New Orleans Band – Marie La Veau

La Reina del Vudú

No hace mucho tiempo, en Nueva Orelans, vivía una hechicera llamada Marie Laveau. Consiguió hacer fortuna por medio del vudú y la interpretación de los sueños. Por eso en toda la nación se la conocía como la Reina del Vudú. La gente venía desde los lugares más remotos. Ricos, pobres, educados o ignorantes. Todos querían que les enseñara a alejar el vudú de sus vidas. Y ella lo hacía chasqueando los dedos y moviendo la cabeza. Hablaba de sus amantes, vivos o muertos. Un día, una mujer anciana, la viuda Brown, fue a pedirla consejo. Quería saber por qué se había ido su amor. La hechicera la miró mientras chillaba: "Le he visto, he visto a tu hombre, besando a una jovencita en un salón de baile, se quedaron toda la noche en la oscuridad, cerca de un roble". 

La vieja viuda Brown perdió el habla, las lágrimas brotaban de sus mejillas. Pero la hechicera le consoló: "silencio, no llores, haré que vuelva. Esparce este polvo de serpiente por el suelo de tu casa y él volverá la mañana del viernes, con el canto del gallo". Marie Laveau usaba todo lo que estuviera al alcance de su mano para sus hechizos mágicos: polvos, aceites, amuletos. Gentes lejanas y cercanas venían a escuchar a esta asombrosa mujer. Tenían miedo de ser vistos en su casa,  por lo que se arrastraban hacia la noche para escuchar su destino. Esa oscuridad les ocultaba. Pero cuando Marie Laveau hablaba, temblaban. Fabricaba sus amuletos con el cuerno de un carnero disecado con plumas y cáscaras de mazorca de maíz. Una urna con un gato negro y aletas de bagre hacían que los hombres se abrazaran a la religión y olvidaran sus pecados. 

Marie Laveau, la Reina del Vudú, se hizo rica en Nueva Orleans gracias a sus hechizos. Pero una mañana, el amanecer trajo noticias tristes. Marie Laveau había muerto. Fue enterrada una noche de luna menguante. Su tumba estaba en el cementerio de St Louis. Pobre Marie Laveau, la gente todavía sigue creyendo en ella, la Reina del Vudú, allá en la vieja Nueva Orleans...

El hechizo en el jazz

La mayoría de los jazzmen de Nueva Orleans, independientemente de si eran negros, blancos o criollos, se consideraban católicos. Eso no quita que todavía pervivieran en muchos de ellos ritos vudús y supersticiones procedentes sin duda de los tiempos de la esclavitud. Para algunos jugaba un papel importante en sus vidas y por lo tanto en su música. En los años de germen del jazz, el culto vudú aún florecía en Nueva Orleans como algo habitual, aunque generalmente oculto. Esos ritos de origen africano se habían arraigado con fuerza en la población desde que en la Revolución de Haití muchos inmigrantes negros llegaran a la ciudad.

No era extraño ver referencias al vudú en los músicos de Nueva Orleans que se dejaban sugestionar por sus hechizantes poderes. Por ejemplo Jelly Roll Morton era supersticioso hasta tal punto que pensó que la muerte de su madre fue causa de un hechizo. Él mismo, al final de su vida, creía que el motivo de su deteriorada salud se debía a la madición de una bruja. Canciones como 'Grandpa's Spells' o 'Boogaboo' sobre un siniestro ritual vudú eran buena muestra de ello.

Una historia muy real

 Por eso Oscar 'Papa' Celestin sabía de lo que hablaba con su canción a una antigua hechicera. Había sido uno de los músicos pioneros en Nueva Orleans. Tocó la trompeta desde en las famosas brass bands que poblaban la ciudad hasta en los primeros combos de jazz. Dirigió una de las bandas callejeras más importantes, la Tuxedo Brass Band. Además, conocía bien a los grandes: King Oliver, Kid Ory, Louis Armstrong... Con todos ellos había compartido escenario. Unos meses antes de su muerte en 1954 grabó un misterioso relato que llamó 'Marie Laveau'. Fue su último disco.

Casi a título póstumo quiso inmortalizar la historia de Marie Laveau más allá de las fronteras de su Nueva Orleans natal. No se la había inventado. Anteriormente en un programa de radio de 1951 ya la había recitado para la audiencia tal y como se muestra al principio. Tal vez la hubiera escuchado en su infancia y había pasado de boca en boca. En el jazz, al igual que en la cultura afroamericana, predominaba la tradición oral frente a la escrita. Como se aprecia en la letra, la protagonista, Marie Laveau, era una hechicera de Nueva Orleans a la que todo el mundo acudía para solicitar sus favores. Conjuros, hechizos, sortilegios, enamoramientos. Las gentes de la ciudad la apodaban como la Reina del Vudú. Podría dar la sensación de que estamos hablando de una mujer de leyenda o de  un personaje mitológico. Pero no, Marie Laveau fue una persona muy real...

Hogar del sexo y perdición

Parece ser que nació como hija ilegítima de Charles Laveau, un blanco que poseía plantaciones, y de una mulata presumiblemente su sirviente. Se especula con la fecha de su nacimiento, alrededor de 1794 pero no está del todo claro. Lo que sí parece seguro es que fue antes de la Compra de Lousiana a los franceses. En 1819 se casó con un negro libre procedente de Haití llamado Jacques Paris. Aunque lo hicieron en la catedral católica de San Luis ambos eran aficionados a practicar hechizos vudú. Pronto enviudó y empezó a ser conocida como el inquietante apodo de "Viuda Paris". Fue entonces cuando comenzó a instaurar un vasto imperio de vudú desde su casa en el French Quarter. Vestida con coloridas batas y llamativos ornamentos, lanzaba hechizos, vendía amuletos y dispensaba polvos del amor para influir en amantes indecisos. Enseguida supo ganarse la atracción de muchas blancas adineradas de la ciudad por este motivo.

Al mismo tiempo, al norte del barrio francés fundó la Marie Laveau's Maison Blanche una sórdida casa del placer frecuentada por comerciantes blancos de alto poder adquisitivo que acudían allí para disfrutar de los favores de jovencitas mulatas. Se dice que Marie Laveau contemplaba toda la escena, sin participar. Cuando no había blancos, la maison se transformaba en un inmundo escenario donde se realizaban todo tipo de ritos orgiásticos, a menudo amenizados por bandas de músicos. La Reina del Vudú ataviada con su característico pañuelo en la cabeza hacía beber a sus súbditos sangre caliente de serpientes recién sacrificadas.

Diosa inmortal

Calderas humeantes donde se arrojaban gatos negros, antorchas ardientes proyectando sombras grotescas que parecían moverse al ritmo de los tambores africanos, golpeados por huesos de animales o tal vez personas. Los cuerpos desnudos y sudorosos se contorneaban desafiantes mientras bebían cantidades ingentes de whiskey y ron que añadían ímpetu al ritual y potenciaban el efecto de las pócimas mágicas. Las orgías acababan con la llegada del alba, cuando los exhaustos participantes se derrumbaban sobre el suelo en estado de shock.

El sensual movimiento de la carne fresca retorciéndose daba paso a una agonía fruto del desenfreno vudú y fiel reflejo de la capacidad de dominación que Marie Laveau ejercía sobre la gente. Su belleza ancestral, su éxotica apariencia, su encanto natural y su poder de atracción que aglutinaba raíces blancas, negras e indias, la convirtieron en una especia de diosa inmortal, adorada y venerada por unos, temida y respetada por otros. En 1881 fallecía, quién sabe si víctima de su propio encantamiento o envenenada por alguno de sus seguidores. Pero, según dice la canción, su recuerdo todavía sigue vivo, la gente sigue creyendo en ella, allá en Nueva Orleans...

The folks still believe in the Voodoo Queen,

'Way down yonder in New Orleans'

[Fuente]: Classic Jazz, a personal view of the music and the musicians. Floyd Levin. Regents of the University of California. 2000.